Escribo esto con la sonrisa aún en la boca. cuando me avisaron de que había despedida de dos amigas nuestras lesbianas, tengo que reconocer que me dije para mis adentros, “otra vez a gastarme pasta”.
Hace años, en la época de los dinosaurios que diría mi hija, cuando celebre la mía, se quedo en un triste copazo en la disco de moda, eran otros tiempos y las despedidas de soltera (como las que organizan aquí) eran una simple reunión en Madrid, las chicas con las chicas y los chicos con los chicos, unos días antes de la ceremonia religiosa. Leer más